Ecuaciones

¿Se recuerdan de la técnica del espejo para ver quién se quedaba a su lado al tratar de comportarse tal cuál se comportan con ustedes? Bueno, estaba pensando en “como soportar este principio”, para esto haré hincapié un poquito a mi historia.

Por allá por el año 2005, estaba en mi primer semestre de Ingeniería en la USAC, aquellos dorados tiempos, bien, resulta que para este semestre cuando aún se iba hasta el S10 para las clases de los nuevos (no se si se sigue haciendo esto) recuerdo que había un curso llamado Química Básica 1, y en uno de los tópicos que vimos, había uno que se llamaba “balanceo de masa de las ecuaciones”, la docente nos explicaba que si una ecuación no está balanceada simplemente se vuelve inestable.

En otro curso del mismo semestre, el docente nos explicaba la definición de la palabra “ecuación” y es básicamente una equivalencia, es decir los valores de un lado A, terminan siendo equivalente a los valores del lado B, lo que hace que realmente sea una Equivalencia o Ecuación, de otra forma se vuelve solo una expresión algebraica; si se le aplica una operación a un lado de la ecuación se deberá aplicar lo mismo al otro lado, de ahí las reglas de cómo “despejar una ecuación”.

Tomando en cuenta esto, entonces es simple deducir que para que un proceso sea estable, la ecuación debe estar balanceada, es decir no solo una expresión algebraica sino una verdadera equivalencia. Pues como siempre  lo he dicho, la naturaleza es sabia por una sencilla razón: es más vieja que la raza humana. Entonces si la naturaleza estipula que los procesos deben estar balanceados, entonces es sencillo ver que con los seres humanos se debe usar el mismo enfoque: siempre balancear la ecuación.

Si se ponen a pensar, esto aplica para cada acción que hacen en sus vidas.

Mi madre solía decirme “ni muy muy, ni tan tan”, o mi papa decía “ni dar todo, ni dar nada” o “ni crudo ni recocido”. En fin, en dichos tan sencillos, hay verdades tan grandes que la naturaleza ha logrado modelar y que gracias a las matemáticas podemos incluso demostrar.

Ahora bien, imaginá que tenes un escenario donde sentís que has estado “dando más” de tu lado, y no hay respuesta del otro lado, quizá te vendría bien balancear la ecuación, que no necesariamente sería la técnica del espejo, sino iniciar a hacer las operaciones inversas de tu lado de la ecuación para balancear la misma. Es solo un decir.

Deja un comentario