soy tan “unable to say no”
¿Que por qué no he dicho NO a alguna propuesta de viaje, de montar un burro, o una burra o simplemente coger camino para ir a descubrir algo bueno y nuevo, mejor si es naturaleza? Bueno, ahorita les describo el porqué.
Como los que me conocen sabrán, soy de los tontos que no deja de darle vueltas a algo en su cabeza sino hasta que encuentra la razón de ser de esas cosas, y últimamente me he tomado la tarea de explicarme a mí mismo que pasa en mi cabezota cuando alguien me propone un viaje de cualquier tipo, fue inicialmente como una “tontera” que decidí dejarla en el baúl del clásico “toDo list” hasta que un día, iba, tal cual la pila, sacando una por una para masticarla, digerirla y producir una razón de la misma. Resulta que llegue a esta causa y pasaron de todo tipo de conclusiones para tratar de explicar lo que dirían los gringos como “unable to say no” a las propuestas de viajes y esas cosas. De las primeras conclusiones: “porque hay que expandir los horizontes” si claro, pero y ¿para qué? O ¿por qué?, luego pasando por los clásicos “you only live once” y de nuevo la constante, esta bien, pero y ¿para qué? Es decir, y si se vive una sola vez y eso como justifica ir de viaje, es decir, alguien podría argumentar, pues por eso mismo que se vive una sola vez prefiero quedarme en casa, echado, viendo tv, no vaya a ser riesgoso eso de viajar y pues como “solo se vive una vez” no hay forma de arreglar si algo sale mal. En fin, pasaron muchas conclusiones, ninguna de ellas fue de mi total agrado ni soporto cuando vinieron los vendavales de preguntas cuestionando la misma conclusión. No paso sino hasta que un día, esperando un vuelo, tenía frente a mí, las montañas rocosas de un bello lugar donde las personas “pueden ser lo que quieran ser” y donde además “lo que pasa aquí, aquí se queda”; cuando llego a mi cabeza, fresca y recién salida de la incubadora… tan clara y precisa, y tal cual lo expone la navaja de Ockham, “tan simple que era la más efectiva”. Aquí se las comparto.
La razón es bien sencilla, les ahorrare tanta lectura, resulta que en opinión de este humilde escritor. Cada vez que abordo un avión, un bus, carro, camioneta, burro, mula, etc. O que simplemente mis pies inician a caminar, lo que siempre pasa por mi cabeza es la fascinación por construir cada vez más y más y más historias de vida, llenar mi valija de historias de vida que quiero contar a mis hijos, nietos y bisnietos si logro verlos. Dado lo fugaz de esta vida y que no solo en los países subdesarrollados sino en cualquier país, siempre existirá el riesgo latente de no despertar al siguiente día, entonces, pareciera que lo único rescatable son esas historias de vida que uno logra crear y recrear a veces, las que alimentaran el legado.
Quiero a este punto recordar una de las escenas favoritas del senior de los anillos de la trilogía, en el episodio de “la comunidad del anillo” cuando Gandalf le dice a Frodo, “ten cuidado mi querido Frodo, tus pies si no los controlas nunca sabrás hasta donde te llevaran”, a eso se reduce mi debilidad al decidir si debo o no hacer un viaje, exacto, siempre será un SI, porque para mí, lo más importante será esas imágenes de mi cabeza que intentare trasmitir con palabras a mis hijos, nietos y bisnietos. De eso se trata, de juntar la mayor cantidad posible de historias para contarle a nuestros hijos… exacto, esa es la única razón…