¿Por qué habría de?
En una reunión de vecinos del lugar donde vivo yo muy inocente mortal como un ser humano común y corriente me dirigía a las personas como “don” y “doña”. Escuchaba que los vecinos se referían a otros vecinos como “la doctora” o “el ingeniero”, yo como soy un ser humano cuyas conexiones neuronales no eran capaces de entender la necesidad de mencionar estos prefijos del nombre de las personas, pues decidí continuar refiriéndome a las personas pues por su nombre.
En una de esas intervenciones mías, que casi que ni hablo cuando veo mucho bla bla bla sin sentido y sin un punto en específico, resulta que fiel a mi estilo me dirigí a cierta persona como “don” fulanito de tal, en esta parte estaba yo humilde mortal exponiendo mi punto cuando otra persona me dijo “¿pero por qué no le dice Ingeniero?”: me costaría unos cuantos ciclos de reloj de mi procesador para tratar de entender por qué esta persona me había pedido que le pusiera el prefijo al nombre de la otra persona a la que me refería. Mi respuesta fue muy simple (acudiendo a la navaja de ocham): “es que no sabia que esta era una entrevista de trabajo donde debía decir los títulos profesionales, de haberlo sabido con mucho gusto traigo mi CV con copias para cada uno, de nada”.
Argumento ad verecundiam generalmente es cuando alguien menciona la opinión de un experto solo para soportar su punto.
Imaginen a cada uno de nosotros intentando mencionar nuestro titulo profesional solo para que nuestra opinión tenga “peso” y que haga que las personas se convenzan. Sería una variante de este argumento de autoridad (ad verecundiam) con exactamente la misma intención, hacer que un titulo haga el trabajo de convencimiento más que el mensaje perse.
La siguiente vez que una persona me preguntara porque diablos no me gustaba que me dijeran mi titulo profesional, saqué mi documento de identificación y noté, junto con ella, que ¡oh sorpresa! ¡Ohhh ohhh sorpresa! No tiene mi titulo profesional escrito en él… 🙁 si lo sé, seguramente fue frustrante, triste, deprimente y casi que hasta me da infarto al miocardio darme cuenta que el glorioso documento ¡¡no tiene mi título universitario!! ¿Cómo es eso?…
(muchos de mis amigos dirían ¿talvez no te costó ganar el título? Me costó y mucho, los amigos de la universidad saben, y hasta los niños intelectuales que hicieron hasta lo imposible porque no pasáramos los cursos saben cuánto costó, saludos a ustedes auxiliares, gracias por ser parte de la mediocridad de este país 🙂 -ustedes saben quiénes son-. De nada)
De los relatos que me recuerdo que me contaban las personas mayores que yo es que anteriormente en mi país, pocas personas lograban graduarse de una universidad o nivel medio, así que cuando lo lograban era tan imprescindible mencionar su titulo universitario, altamente arraigado en las instituciones de gobierno, donde en las reuniones suelen decirse: licenciado, bachiller, magister, etc., … quizá tratan de esconder algo y compensarlo mencionando sus títulos universitarios jaja, no lo sé, solo es una idea tonta que se me acaba de atravesar mientras escribo este humilde post y que usted lector esta disfrutando, estoy seguro, o quizá no tanto y a este punto ya ha de estar odiándome pues sabe que difícilmente un día me vera decirle su titulo universitario. Lo lamento, pero la vida es dura… a veces…
El ser humano a veces se le olvida que solo es un simple organismo multicelular a base de carbono, cuyas células ni siquiera saben a quien pertenece y cuya regla mas importante es la reproducción, producto base de la vida misma. No estoy seguro que una célula cambie su nombre de Célula Madre a Licenciada Célula Madre o Santa Célula Madre. Pero quizá algún biólogo celular estaría en desacuerdo conmigo y lo mas probable es que muestre evidencia que respalde lo contrario. O quizá solo se limitara a decir que dado que es “biólogo celular” entonces yo estoy equivocado, ese es otro escenario que también podría darse, que sería más común en mi país pero que no solo se limita a mi país, como diremos en mi pueblo “en todos lados se cuecen habas”… “pero lo malo es que aquí solo habas se cuecen”, en cualquier forma no me sorprendería, eso solo es ser seres humanos, es parte de nuestra naturaleza y es esa justamente esa naturaleza, la que alimentamos con el ego, justo esa misma, es la que nos ha llevado a creer que alguien es superior o inferior, lastima que apenas seguimos siendo simples seres a base de carbono de este diminuto punto azul en todo el espacio medible… y que, dadas nuestras mejores métricas acerca de la edad de nuestro universo (Si, este universo, aprox., 13500 Millones de años), pues representamos casi, casi nada en el total especto temporal. De nuevo, De nada 😊 licenciados, doctores, auditores, arquitectos, etc. Ustedes lectores saben a quienes me refiero, y NO, no es a ustedes que me leen.
“Y ya para finalizar, porque los noto aburridos” diría la canción (Ricardo Montaner – La Mujer de mi vida), si usted ha llegado hasta este punto es 99,99% seguro que usted no es de esos seres vivos que no toleran que no les mencionen su nombre sin mencionar si título académico (aunque puede que si sea uno de ellos, en cuyo caso, debo admirarle tanto masoquismo en leer todo esto mientras se le retuercen las tripas sabiendo con mis pensamientos, no puedo agradecerle pues no es mi culpa que me interprete de esa forma y además, “¿POR QUÉ habría de disculparme por la forma en la que USTED interpreta mis palabras?”, “¿por qué habría de disculparme por algo que no depende de mí sino de usted como receptor?”, “¿por qué tendría que usted decirme como debería ser mi percepción de usted?”. De Nada), usted, si usted lector puede aprovechar para dedicarle un par de palabras a todos esos sus conocidos que no pueden vivir sin sus prefijos universitarios, únase a la campaña de ayuda a esas personas cuya existencia no es tal si no es con sus títulos universitarios (a veces comprados… o con tesis plagiadas… ustedes me entienden o a veces solo con tesis que pareciera que aporta más a la sociedad una revista del chapulín en comparación), de paso hasta les ayuda a usar su cerebro.
Como siempre, su seguro servidor (lo se, esto es de correspondencia muy chapada a la antigua) les agradece su lectura de este humilde y efimero blog.